Teresita, regálame una rosa, largo rato que la espero...
Perfuma mi vida con sus pétalos de amor.
Acaricia mi alma con el perfume del Señor.
Lluvia caiga sobre mí,
caricias celestiales y loas para ti,
otoños floreados con frescura primaveral,
mañanas con deseos de un feliz despertar.
Y cuando llegue, que no cese.
Que no cese tu mirada
puesta en mí, que soy nada.
Que no cese tu sonrisa,
que no deja que me aflija
en momentos sin Palabra.
Matías.
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