Teresita… hermana, compañera y amiga.
Teresita… dulce caricia de la vida nuestra.
Teresita… llegaste a mi vida para adornarla con el rostro de Jesús Niño.

¡Oh, Teresita! Dichosa el alma que salvaste, para que hoy se gloríe junto a tu Cristo Redentor. Dichosa la vida del infante peregrino, hoy se regocija su ser sin extrañar el palpable triste interior.
¡Oh, Niña Santa, amado juguetito del Niño Dios! Infundiste Santa Gracia por tu generosa intercesión. Lo haces cada instante en el paraíso del Amor. María es tu Reina, y acaricia el corazón, corazón rebosante de ternura, en el alma de cada hijo del Creador.
¡Ven, Teresita, ven Tú a mi Tierra hoy! Ven a mi Tierra y haz de ella el Cielo junto a vos. Ven, acaricia, suaviza y matiza mi a veces triste corazón. Ven, que contigo contemplo el rostro de mi Dios, contigo sueño despierto en el manjar de la Cena del Señor.
Tú… hermana, compañera y amiga.
Tú… dulce alegría de mis días de agonía.
Tú… flor del Carmelo, Gracia Divina.
M.N.M.
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